domingo, 11 de marzo de 2012

SI GUY FAWKES LEVANTASE LA CABEZA...

... Se vería a sí mismo multiplicado por millones. Eso en el caso de que se reconociese en el rostro sonriente, inquietante y bigotoso de la máscara de la novela gráfica V de Vendetta (o de la peli, como quieras, aunque nada que ver). Pero lo que entonces encarnó la idea de anonimato y lucha personal, una vez más se ha convertido en símbolo de una masa. El anonimato masificado, un rostro que no es el de nadie convertido en el de todos. Los ciberactivistas y hackers Anonymous se mueven callados pero pisando fuerte. "Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. ¡Esperadnos!". Están haciendo un gran trabajo a través de la supuesta y omnipresente libertad expresiva de internet, a favor del pueblo y en nombre de... ¿quiénes? Ataques a las más importantes webs corporativas del mundo, manifestaciones en las calles, caídas de servidores, lucha pública contra los "enemigos de los enemigos de Wikileaks", etc. Conviene enfrentarse de forma inteligente a aquéllo que te oprime, pero en el momento en que esa lucha toma como símbolo un rostro que pretende definir a toda una entidad, su propio significado pierde sentido, puesto que pierde su esencia íntima de libertad, convirtiéndose en un circo mediático más pero portador de una cara bonita. No tengo la menor idea de si el movimiento Anonymous existe para algo realmente útil. Como idea estética y como promesa icónica y social tiene su gracia y su poso romántico y valiente. Pero no puedo evitar dudar (y evitar, en general) todo aquéllo que habla por mí, esté o no de acuerdo con su mensaje.

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