viernes, 30 de marzo de 2012

HOY TE ESCRIBO DESDE...

Quien haya sido un fan devoto de Jane Austen, seguramente habrá echado un ojo al libro "Mi querida Cassandra", el precioso y enternecedor librito que recoge, en una primorosa colección, parte de las misivas que la señorita Austen escribió a su hermana Cassandra. A día de hoy nos puede resultar extraña la devota convicción con que allá por el XIX se escribían unos a otros, aun simplemente para desarrollar confidencias sobre las cosas más mundanas o bien para desahogo sentimental y emocional. Las cartas que Jane escribió a Cassandra suponen un periplo entre una senda y otra, pero la maravilla consiste en comprobar la delicadeza, la educación, la ternura y la sinceridad con que los seres humanos se carteaban antaño. Hoy estamos tan acostumbrados al "nuevo" método epistolar (véase emails), que, aun siendo el contenido lo más importante, la frialdad o el desapego con que los escribimos ha hecho que los más nostálgicos hayan optado por volver al gusto clásico por las cartas en papel. Esa necesidad de contar, de comunicar y de expresar en la más estricta intimidad añadida a la emoción de la espera por la obtención de respuesta es mágica y adictiva. El hecho de que el papel, al igual que la piedra, guarde para siempre (o al menos durante muchos años), el aroma, la textura y las impresiones y sentimientos de millones de personas que durante siglos han plasmado toda su vida en un trocito insignificante, habla tan alto y claro del ser humano y su mínimo y ligero paso por esta vida y su necesidad de no ser olvidado... Resulta tremendamente emotivo.

domingo, 25 de marzo de 2012

LA PROMESA

Arcadia y la ensoñación pastoril... o lo que viene a ser la promesa de una América que nunca fue ni posiblemente será: internet. En la teoría, una tierra sin nombre, sin dueño y donde la libertad es un derecho para cualquiera en lugar de un privilegio para unos pocos. En la práctica, un lugar donde pastorear a cambio de la total pérdida de intimidad, y donde la libertad se entiende como la exposición continua y abierta en canal. ¿ O no? Pues la respuesta sigue siendo una incógnita, porque obviamente, nada es tan bueno pero tampoco tan malo. Como siempre, depende de la relación que se establezca con la herramienta de que dispongamos. En este caso, "la máquina". Esa máquina que nos toma de la mano y nos lleva a confines inexplorados. Pero sólo si queremos. Ahí radica la cuestión, en la capacidad de elección; saber decir NO. ¿Cuál es el uso que le darás a Internet? Puedes escoger vivir a través de la red, depender absolutamente de ello fomentando relaciones (llamémoslo así) con cualquier persona de cualquier parte del mundo. O puedes emplear lo que Internet te ofrece, sabiendo por qué lo coges. Es decir, sabiendo por qué lo usas y hasta qué punto lo necesitas. Aunque no debería ser siquiera cosa de necesidad, sino de uso. ¿Tal es nuestro grado de soledad?

NUEVO BAUTISMO PARA TEDDY

Por una vez nos permiten llamar a cada cosa por su nombre; se agradece. Nunca mais "apropiación indebida", sino ROBO, y los autores del mismo, LADRONES. Y cómo me congratula que concretamente esta preciosísima precisión se aplique directamente a lo sempiternos protegidos de todos los gobiernos habidos hasta ahora: la SGAE. Fijaos que no se trata de un insulto, de una diversión adolescente cocinada en el gusto por vituperar gratuitamente, sino de una acusación real y verdadera (y patética en última instancia) a un conglomerado de seres, empresarios, "artistas" (?) y demás chusma dedicada única y exclusivamente a vivir del cuento. Que el Tribunal Supremo haya decidido estimar el recurso que interpuso CNT contra la SGAE porque ha de prevalecer la libertad de expresión (aunque lo que se exprese sea un artículo en el que se define a la societé como a una "cueva de ladrones"), es una noticia tan fantabulosa que sueño con el momento en que cada cosa se recoloque en su sitio y podamos tener una industria de la música acorde con los tiempos que corren y que resulte realista ante los cambios trascendentales que está sufriendo. Basta de vivir de canciones recalentadas y totalmente prescindibles. Basta de decir que internet mata la música cuando hay millones de grupos totalmente desconocidos creando mil cosas y optando por otros modos de promoción y protección para sus creaciones. Basta de sacar sólo dos canciones buenas y rellenar un disco con basura para venderlo después por 20 euros. La música jamás morirá, aunque algunos se empeñen en tan tremebundo y falso vaticinio. Lo que ha de fallecer es la industria que hasta ahora hemos conocido. Puede que estemos en el buen camino si, por una vez, podemos llamar ladrón a quien verdaderamente lo es y para ello nos avala la ley.

sábado, 24 de marzo de 2012

EL PICOTAZO DE TU VIDA

Hermanos y hermanas, es para mí un honor informaros (si no lo estáis ya) del nacimiento de un pequeño ser que espero traerá muchas alegrías. Si ya el humor negro y duro de Karma Dice y de El Jueves, entre otras publicaciones, nos hacía deleitarnos y reafirmarnos  elegantemente en nuestras miserias y peculiaridades patrias, es hora de que el recién llegado pequeñín abra la boca y nos escupa. 

Se llama Mongolia y es una nueva revista seriosa. De esas que dan donde duelen aliñándolo todo a base de un aceite muy denso y un vinagre muy ácido. Justo como nos gusta. Contemplar la realidad y temblar, pero de risa. Bendito sea su decálogo. Seamos sufridores de las circunstancias que vivimos, pero no seamos bobos y quejémonos. Y sobre todo, pongamos en vereda a la "acción". Ese término que indica movimiento, dirección, intención, cambio. Se trata de periodismo de verdad, del bueno, del que irrita y provoca sarpullido. A través de palabras serias o a través de rascarte mucho después de haber recibido el picotazo de tu vida. Eso es MONGOLIA.

domingo, 18 de marzo de 2012

THE SHOW MUST GO ON

Semana de la moda tras semana de la moda encontramos fuera de los recintos donde arden las pasarelas un espectáculo en ocasiones bien distinto al buen gusto (supuesto buen gusto de los diseñadores afamados y sus millonarias y recalentadas colecciones). Niñitas, niñatos y aniñados se pasean por las calles con looks imposibles y ridículos, en una lucha perenne por ser el más audaz, el más moderno, el más atrevido y el más llamativo. Cámara en mano, se miran, se gustan, se adoran entre sí mientras se envidian y tratan desesperadamente de llamar la atención de los viandantes, de alguna modelo y por qué no; de algún editor de revista de moda. Luchan denodadamente por hacerse un hueco, dejarse ver, hacerse un nombre... ¿en qué? ¿De qué manera, o a cambio de qué, y para qué? Posiblemente piensan que a través de la creación de un ego-blog y sacarse fotos con una Mark II y con ropas de H&M siempre mezcladas con Miu Miu, Lanvin o Dior llamarán la atención de otros cientos de niñitas, niñatos y aniñados que comenzarán a seguirlos en rebaño e incluso imitando sus atuendos, de modo que obtendrán una visibilidad importante dentro de la red, ya sea digital o de papel, en la que las arañas más gordas querrán contratarlos... y así será.

¿Qué aportarán realmente a la moda estos individuos? A la moda posiblemente nada, pero al mundo de la moda sí. Revolución sensorial y visual añadida a todo lo que ya conocemos. Pero siempre podremos maravillarnos ante alguien vestido con filetes de ternera. The show must go on.

EL PODER DEL PENTAGRAMA

¿Quién no ha tarareado alguna vez aquéllo de tantatantaaantantataaaan, tantatantaaan, tantantatantantan...? De acuerdo, puede que así no os suene de nada, pero si os digo que me refiero a un tal Jones, que suele portar un sombrero, un látigo y se dedica a buscar tesoros perdidos y ocultos por todo el mundo, seguro que sabéis de qué personaje de película estoy hablando. Han podido pasar 20 o 30 años pero esas canciones siguen ancladas en nuestra memoria. Es la capacidad que tiene la música de despertar toda suerte de emociones y de rescatar recuerdos y sensaciones. El señor John Williams, grandísimo compositor de bandas sonoras ya míticas, nos ha obsequiado con un sinfin de melodías que están tan dentro de nosotros que forman parte de nuestro background cultural y emocional. Pues bien, la Film Symphony Orchestra llega hoy domingo al Teatro Victoria Eugenia de Donosti. Tan sólo el nombre de esta orquesta lo dice todo: música de bandas sonoras para recordar y disfrutar. Hoy toca John Williams, o lo que es lo mismo, E.T., Tiburón, La Guerra de las Galaxias, etc.

Tantatantaaaan...

LA CRÍA CON ALMA DE VIEJA

Mira tú por dónde, Mafalda regresa a nuestras vidas. Aunque lo cierto es que de la mía nunca se marchó; siempre he sentido debilidad por esta cría con alma de vieja. Esta vez la noticia nace de una bonita iniciativa que se ha creado para El País, a través de la cual unos cuantos y buenos ilustradores han decidido dibujar a su Mafalda particular.

Resulta curioso darse cuenta de por qué algo merece la pena a lo largo de la historia. Cada día se crean millones de cosas; trillones de ideas fantásticas pululan por nuestro universo, y sin embargo son pocas las que permanecen y trascienden. Esa cualidad de durabilidad y de eternidad que sólo poseen las historias imperecederas, aquéllas que siempre están de actualidad y siempre nos llegan al alma. Que sabemos encarecidamente que son de verdad. Y Mafalda es una de ellas. Siempre honesta, siempre recta, verdadera, dolida, descreída, consciente y pese a todo ello esperanzada con una Humanidad  bien poco merecedora de su inocencia e ilusión. Y por todo ello, seguimos creyendo en esta niña, porque no podemos evitar sentir -y saber- que siempre tiene razón.

domingo, 11 de marzo de 2012

SI GUY FAWKES LEVANTASE LA CABEZA...

... Se vería a sí mismo multiplicado por millones. Eso en el caso de que se reconociese en el rostro sonriente, inquietante y bigotoso de la máscara de la novela gráfica V de Vendetta (o de la peli, como quieras, aunque nada que ver). Pero lo que entonces encarnó la idea de anonimato y lucha personal, una vez más se ha convertido en símbolo de una masa. El anonimato masificado, un rostro que no es el de nadie convertido en el de todos. Los ciberactivistas y hackers Anonymous se mueven callados pero pisando fuerte. "Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. ¡Esperadnos!". Están haciendo un gran trabajo a través de la supuesta y omnipresente libertad expresiva de internet, a favor del pueblo y en nombre de... ¿quiénes? Ataques a las más importantes webs corporativas del mundo, manifestaciones en las calles, caídas de servidores, lucha pública contra los "enemigos de los enemigos de Wikileaks", etc. Conviene enfrentarse de forma inteligente a aquéllo que te oprime, pero en el momento en que esa lucha toma como símbolo un rostro que pretende definir a toda una entidad, su propio significado pierde sentido, puesto que pierde su esencia íntima de libertad, convirtiéndose en un circo mediático más pero portador de una cara bonita. No tengo la menor idea de si el movimiento Anonymous existe para algo realmente útil. Como idea estética y como promesa icónica y social tiene su gracia y su poso romántico y valiente. Pero no puedo evitar dudar (y evitar, en general) todo aquéllo que habla por mí, esté o no de acuerdo con su mensaje.

ATTICUS, JEM Y SCOUT

Con esto de que El País regala cine clásico con el diario, voy engrosando títulos imprescindibles a mi colección (casi poseída por Cary, qué le voy a hacer; soy fan). Se trata de pelis que ya había degustado y que me encantaban, pero que no me había decidido a comprar. Y de pronto te topas con que el periódico te las regala. ¡Pues mira qué bien! Una de las últimas que quise comprar fue "Matar a un ruiseñor". Esta tarde he vuelto a verla, tras unos cuantos años sin recordarla, y una vez más me ha emocionadoy conmovido. Esos ojos de Robert Duvall mirando dulce y silenciosamente a Scout, se han quedado clavados en mi memoria y cierran el círculo de un film tan certero, delicado y honesto como duro, comprometido y valiente.

Que existieran Atticus (es), Jems y Scouts en aquélla época (que seguramente los hubo), es sin duda un buen presagio de cara al futuro, cuando de cambios sociales imprescindibles se trata. Esperemos que nadie quiera olvidar estas historias que siguen alimentando nuestro presente, y si el que te regalen gratis esta maravillosa película sirve de acicate para recordar, mejor que mejor.

 

SISTER ROSETTA

Acabo de ver la luz. Bueno, la vi ayer, y el haz luminoso en cuestión se llama Sister Rosetta Tharpe. Esto no es actualidad, que conste. Pero sí es actual porque esta señora fue una pionera, una verdadera y gran pionera que abrió camino por unas cuantas sendas, a saber: era mujer, era negra, y tocaba la guitarra eléctrica. En los años 30 y 40. Alucinante. ¿Dónde estaban Chuck Berry y sus punteos rockandroll entonces? En los dedos de esta mujer adelantada a su tiempo; libre y volcánica. Esa mezcla explosiva entre gospel y rockandroll resulta fascinadora... La hermana Rosetta era una predicadora sin púlpito; una preacher de la calle, con sangre en las venas y alma imperfecta, auténtica creadora primigenia del soul power cargando en sus brazos una preciosa Gibson y desparramando todas sus creencias acerca de Dios y los Hombres (ambos en mayúsculas, sí) con pasión ardiente y contagiosa.

Verla actuar, tan señorita y guapa, y sudando una energía  tremebunda, además de regalar una voz sólida e hipnótica, es comprender lo que es el poderío de la mujer en su más pura y cristalina esencia. ¡Amén!

http://www.youtube.com/watch?v=y04wFV-k6is

domingo, 4 de marzo de 2012

SABER VER

Ayer vi Luces Rojas, el nuevo film del director de Buried. No haré una crítica de la película, tan sólo recordar los vericuetos meta-mentales por los que me llevó. Ni siquiera sé si recomendarla. Plantea una experiencia y una duda. Creer o no creer. Saber ver el resplandor. Pero... ¿importa de verdad aquéllo en lo que creemos, tanto como aquéllo en lo que no creemos? 

La capacidad de la mente humana es asombrosa. Y me da miedo. El cerebro y sus misteriosos caminos, su auto-conocimiento, su auto-consciencia... El hambre brutal que tenemos por saber, por averiguar. No consigo entender en qué lugar del cerebro reside la mente. Esa masa explosiva de sabiduría, de datos, de información, de sentimientos y emociones que nos conforma como seres únicos. Y lo peligroso de abandonarse y caer por según qué caminos de la mente. Y los dones de la visión... la visión más allá de lo que se ve. ¿Cuentos de imaginación o de misterio? ¿O realidades? En definitiva, ¿qué demonios importa lo que creamos, lo que no creamos e incluso lo que creamos saber, si las cosas son; la realidad es?

Nuestra capacidad mental es poderosa pero la hemos sumido en el más profundo olvido y no queremos sino vivir de cara hacia afuera de nuestras inconmensurables posibilidades. 

¿Aferencia o eferencia?

CABALLERO SIN CABELLERA

Acabo de saber que se ha publicado recientemente un libro sobre mi querido Nick Cave, y esta vez no está escrito por él, aunque sí son sus propias palabras las protagonistas de este compendio de entrevistas realizadas al aussie a lo largo de toda su trayectoria artístico-vital. Tiene buena pinta, sí señor, así que habrá que catar este "Confesiones íntimas".

Éste hombre siempre ha sido un ser truculento. Imagino que en determinada época drogata y demás, era verdaderamente truculento, pero de aquéllo queda ahora un resto, un halo. Es ante todo un señor mayor, un oficinista de su propia vida, con sus rutinas compositivo-creativas y hazañas de padre y marido. Ahora él mismo decide cuándo y cómo mostrar su oscuridad. Luminosa oscuridad en realidad. Cuando era un jovenzuelo, supongo que dicha oscuridad era una riada deliciosa, peligrosa e incontenible, que durante años lo ha moldeado y definido. Pero ahora ha perdido parte de su gracia. "Gracia" en el sentido en que se emplea la palabra en inglés, grace. El halo perturbador, angélico y duro de que hablaba antes. Ha perdido parte de ese encanto al ritmo que ha perdido su cabellera para tornarse en un caballero aún más cabellero que antes. Ofrece incluso entrevistas educadas, a día de hoy, y filtra su inteligencia de modo matemático. El Rimbaud de 1'90 metros, de loca pelambrera y hambrientos ojos azules es ahora un ser medido y comedido. Pero por suerte, aún podemos ver, escuchar y leer a su ser (truculento o no). Con el paso del tiempo y con la ayuda de este libro, podremos entender mejor por qué empleó las palabras que empleó, y por qué emplea ahora las que emplea.

Suerte que la hermana heroína no se lo llevó.