domingo, 29 de abril de 2012

JIM HENSON VS. DIOS

¿Cómo se llamaban los mini personajes aquéllos que construían sin cesar estructuras de algún tipo de material transparente que los Fraggle comían incesantemente? ¿Curris, de currelas? Trabajaban sin parar en su micromundo dedicado únicamente a edificar toda clase de construcciones absolutamente imposibles de mantener vivas, hechas como estaban de una especie de azúcar de rábano que volvía locos a los Fraggle. Y allá en una de las salidas de las cuevas Fraggle habitaban los peligrosos Goris, pero sin duda, el personaje esencial por su sabiduría y sus profecías reveladoras, era La Montaña Basura. Y Dudo, dudoso y sensiblón; Musi, la esotérica y artística... Y resulta imposible olvidar al gran Sprocket! Ese gran perro humano... En fin, dejando de lado todos estos recuerdos del magnífico y mágico universo Fraggle, extraigo una vez más la conclusión de que Jim Henson era Dios.

El gran Henson fue creador de los Teleñecos, "Barrio Sésamo", y pelis como "Cristal Oscuro" y "Dentro del Laberinto". Y es que no en vano éste hombre fue capaz de verter toda su imaginación y sensibilidad en cientos de creaciones insufladas de vida, sabiduría, humor, alegría, sinceridad, respeto, individualidad y sobre todo un gran amor por la infancia y su mundo; por la responsabilidad de educarlos en la realidad pero sin dejar jamás de potenciar su mirada única y curiosa por el mundo que les rodea. Mi generación y unas cuantas anteriores tuvimos la suerte enorme de gozar de una niñez cargadita de este tipo de programas en televisión, y creo que nunca se le agradecerá suficiente a Jim Henson, que en paz descanse, todo lo que hizo por nosotros. Aún mantengo viva la esperanza de que niños de hoy y de mañana tengan la suerte de conocer, tarde o temprano, sus creaciones, totalmente ajenas a la mierda que hoy día contemplan y por desgracia absorben.

viernes, 27 de abril de 2012

BAJO MIL CAPAS DE HIELO

Siempre me ha corroído una duda bastante absurda. Llevamos años con la caja tonta como compañera de piso o como soniquete para la siesta, pero en ocasiones nos da alguna que otra alegría. A veces en forma de series de televisión condenadamente buenas y dotadas de magníficos y estupendísimos guiones, actores, ambientaciones, etc. Fantástico. Pero... cuando una serie no triunfa en la parrilla televisiva... ¿a dónde va a parar? Episodios piloto que desaparecen sin dejar rastro; creaciones y promociones grandilocuentes y el estrepitoso fracaso del primer capítulo; shares miserables y actrices famosetas y ridículas para las que se presuponía un arrollador éxito; silenciosas historias que pasan sin pena ni gloria durante una temporada pero que son una verdadera obra de arte y te preguntas, de forma totalmente idiota y muda "¿pero por qué nadie ve esta maravilla?" Y lo cierto es que no hay respuesta. La cuestión es... ¿dónde se halla el cementerio de las series muertas? Ha de haberlo, necesariamente. Me imagino un almacén gigante en un búnker de hierro bajo mil capas de hielo en un lugar perdido de la Antártida repleto de estanterías con "Petra Delicado", "Lobos", "Lex", "Los 80",  "Lalola", etc. Cabe decir que seguramente nadie recordará estos títulos, y posiblemente sea de agradecer, y esto en cuanto a series patrias. En otra entrada diseccionaremos aquéllas teleseries, buenas, malas, pésimas y vergonzantes y aquéllas que de tan cutres, eran adorables. Y todas, o casi todas, norteamericanas. 

Me quedo pensando en ese búnker; camposanto callado de tantas historias de las cuales nunca conoceremos su final. Aunque repito, puede que así sea mejor. Sin embargo nunca sabremos si entre la inmundicia habrá algún tesoro oculto... por suerte siempre podemos dar un paseíto por www.seriesyonkis.com y descubrir o desempolvar todo tipo de cofres llenos de monedas de oro. Pese al FBI.

LAS ARDIENTES PAREDES DEL HORIZONTE

Que si "El Cuervo", que si "La Caída de la Casa Usher", etc. Muy bien. Esos son los hits del malogrado Edgardo Allan Poe (t), pero al margen de sus muy matemáticas y medidas poesías y sus relatos estremecedores y oscuros, quedan sus FÁBULAS. Sí, con mayúscula. Una merecidísima mayúscula. 

He sufrido inquietud, expectación y angustia con sus archiconocidos relatos y también con los menos famosos, pero no comprendo con qué poca asiduidad se menciona la enormidad de sus fábulas. Es ahí, en ese punto intermedio perdido en la inmensidad de su imaginación desbocada y febril donde se halla el nexo entre sus poemas y sus historias de más largo trazado. Y es ahí donde se encuentra, a mi modo de ver, el verdadero enigma de Poe. Hay algo distinto, sutil, difícil de atrapar, en sus fábulas. En ellas se le escapó el alma a Edgar, y la agarró y la fundió en unos paisajes saturnianos, ruinosos y esotéricos; vestigios de la podredumbre que asolaba su vida, pese a lo brillante de su mente y su corazón. La fábula "Silencio" es la que más alto y claro habla. En mi opinión, es en estos escritos donde se halla, de forma más pura, la visión que Poe tenía de sí mismo y de sus miserias. Por eso precisamente resultan tan trágicas y emotivas. Se palpa y casi se respira una especie de destierro de sí mismo; una rendición total. En sus escritos todo se hallaba medido concienzudamente para lograr el punto exacto de emoción y terror. Pero sus fábulas guardan un secreto. El secreto de una mirada tan triste y desolada como una región lóbrega de Libia, en las riberas del río Zäire. Y allí no hay quietud ni silencio. 

domingo, 22 de abril de 2012

UNA TINTA MUY NEGRA

Existe un hombre; una especie de predicador sombrío y apocalíptico, que hace unos años decidió revelarnos los pecados del mundo y prevenirnos contra ellos estremeciéndonos con la ayuda de su voz aulladora, unos cuantos banjos, baterías, guitarras y siniestros instrumentos de cuerda que unidos, nos trasladaban a los bordes de un precipicio que no podía llevarnos sino a la perdición y al infierno más ardiente. Decidió llamar a su particular proyecto, creado en el 92, "16 Horsepower". Por desgracia, están desaparecidos desde hace unos años. Pero el hombre, David Eugene Edwards, sigue preocupado. Debe hacernos despertar en medio de la noche para escoger entre una mano u otra del cazador. Amor u odio. Y como su preocupación por la desdicha continúa, este trovador de la mística trágica, del cuento con final aterrador y de la fábula febril y demencial, tomó la decisión de proseguir con su oscuro delirio que busca sin cesar advertirnos. Y lo llamó "Woven Hand", allá por el año 2002. Y ahora, diez años después, se publica Black Of The Ink, un libro-ep tejido a mano que recopila toda la lírica, dibujos y algo de música (grabada nuevamente) de este preacher de Colorado. A destacar, en mi no humilde opinión, la densa y casi sacra "Last Fist".

¡Siente la palabra, mentirosa o no, del Señor!

viernes, 20 de abril de 2012

LO NATURAL

¿Qué pasa con el cine francés? Quiero decir, ¿por qué es como es? No me negaréis que hay una hornada de películas, desde hace unos cuantos añitos, que bailan al son de la "nouvelle vague" y que siempre redundan en tres o cuatro cosas básicas que parecen funcionar en los corazones de los espectadores y por tanto en la taquilla. Estos films de que hablo resultan sensibles, humanos, muy cercanos. Los temas, comunes. La forma de tratarlos, directa y honesta. Personajes creíbles hablando a la vez, tramas poco complicadas pero deliciosas y emocionantes... Con simples accesorios muy poco cinematográficos; casi más propios de lo documental, nos envuelven atrapándonos en las vidas de otros que muy bien podrían ser las nuestras. Último ejemplo: "Intocable". No importa el trasunto de la peli, ni la sinopsis ni cómo está rodada. Porque todo lo es la labor actoral: fina, sin complejos, franca hasta la médula; viva. Y llega, claro. Es curioso. Pelis hollywoodienses de millones de dólares, efectos especiales y blablabla, y sin embargo pequeñas grandes historias como ésta son las que nos hacen temblar. Debe ser que estamos profundamente necesitados de recordar que somos humanos y nos necesitamos desesperadamente entre nosotros, y no a súper héroes de medio pelo dispuestos a salvarnos. Y ha resultado que los franceses saben dar en la tecla y conducirnos por la senda de lo llano y esencial.

jueves, 19 de abril de 2012

CONOCIDO DESCONOCIDO

Se llama James Turrell y trabaja con geometría y luz. Así dicho suena extraño o incluso simplón, pero una vez que te asomas a su mundo, la percepción que tenías de las formas, colores y luz puede que cambie radicalmente. Yo llegué a él por medio de la navegación internetil, esa que te lleva a lugares que jamás pensarías conocer. De pronto me topé con una fotografía que no sabía si era una puerta hacia otro tiempo, otro espacio o un lugar suspendido en el infinito, donde habitaban seres de Orión. Las instalaciones del artista americano Turrell pueden conducirte a estados de paz, inquietud, asombro o angustia. Al menos así es como yo lo he percibido. Con su aspecto de vaquero californiano ya entrado en años, posiblemente pienses que es un redneck inculto y casposo. Pero entonces observas su obra y casi entras en un shock profundo. Esquinas luminosas, paredes inexistentes, rojos cegadores, haces de luz blanquísima... no sabes si estás ante pinturas o esculturas, fotografías photoshopeadas... cualquier cosa menos algo real y tangible. 

Y sin embargo, resulta tan evocador e inquietante que no puedes dejar de mirar y pensar. La aparente simpleza de las formas que emplea es tan apabullantemente pura que es capaz de transformar nuestro modo de mirar el mundo. 

domingo, 1 de abril de 2012

FRANS MASEREEL

Boquiabierta me acabo de quedar. Y el descubrimiento viene, una vez más, de mano de El País. Mira que soy fan devota de ilustradores oscurillos y extraños, pero nunca había contemplado la tenebrosa y actualísima obra del belga Frans Masereel, nacido en 1889 y desparecido en 1972. Luces, sombras y trazos duros e impenitentes, como si de tragedias llenas de aristas se tratase y casi cinceladas en litografías o grabados, nos llevan en su obra del año 1925 "La Ciudad" a un entorno tristísimo, inevitable, en el que observamos cómo una urbe cualquiera respira colmada de seres de toda condición social en su lucha diaria y muda por sobrevivir en medio de una terrible desigualdad. Una modernidad de otra era hace gala de eternidad en esta obra cercana ya a su centenario, y sigue acongojando de mala manera. Ahora que conozco a Masereel comprendo otras cosas. Cuánta luz había de guardar este hombre en su interior para poder retratar con tanta fiereza a la silenciosa oscuridad. La oscuridad de una realidad que lo rodeaba, inmisericorde. Tanto que incluso su obra llegó a estar prohibida por los nazis. Gracias, señor Masereel, por abrirnos las puertas de su Metrópolis.

RETORNO AL PRESENTE

No había reparado yo en que la pelirroja más libre del panorama folk rock USA había rendido también su merecido tributo a Hank Williams. Y es que por lo visto la señorita Neko Case decidió en su momento rendir pleitesía al pasado más glorioso de su patria. El country convencional y arraigado de la época se transforma con la voz glacial y vibrante de Neko en un lamento de lo más intrigante y misterioso. Hablo de "Alone and Forsaken" (menudo titulito, por otro lado). Me he quedado tan patidifusa al descubrir (tarde) esta fascinante versión, que me lleva a pensar en lo grandes que fueron según qué canciones, pero lo grandiosas en que se convierten cuando alguien tiene a bien transmutarlas; convertirlas en oro. Otro ejemplo alucinante por el cambio brutal que sufre la canción respecto de la original es Nobody Except You de Dylan (del cual no he hallado el vídeo en youtube), hecha por los oscuros predicadores, ya desaparecidos, Sixteen Horsepower. Es posiblemente la versión más diferente, bella y emocionante que he escuchado. Suena a algo antiguo y sagrado. Y buceando entre vídeos de este grupo, resulta que también ellos hicieron su particular paseo por el señor Hank con el mismo tema del que hablaba al comienzo de la entrada.

¿Y qué prueba todo esto? La tremebunda e incontenible capacidad creadora y transformadora del ser humano. Con la sensibilidad de cada uno, se puede embellecer o dotar de un nuevo significado a algo que tuvo su tiempo y su lugar. Gracias a dichas almas sensibles que saben captar la esencia de aquéllo que perteneció a otra época y posiblemente se halle olvidado, la creación regresa al presente reconvertida en un regalo nuevo y poderoso.