domingo, 4 de marzo de 2012

SABER VER

Ayer vi Luces Rojas, el nuevo film del director de Buried. No haré una crítica de la película, tan sólo recordar los vericuetos meta-mentales por los que me llevó. Ni siquiera sé si recomendarla. Plantea una experiencia y una duda. Creer o no creer. Saber ver el resplandor. Pero... ¿importa de verdad aquéllo en lo que creemos, tanto como aquéllo en lo que no creemos? 

La capacidad de la mente humana es asombrosa. Y me da miedo. El cerebro y sus misteriosos caminos, su auto-conocimiento, su auto-consciencia... El hambre brutal que tenemos por saber, por averiguar. No consigo entender en qué lugar del cerebro reside la mente. Esa masa explosiva de sabiduría, de datos, de información, de sentimientos y emociones que nos conforma como seres únicos. Y lo peligroso de abandonarse y caer por según qué caminos de la mente. Y los dones de la visión... la visión más allá de lo que se ve. ¿Cuentos de imaginación o de misterio? ¿O realidades? En definitiva, ¿qué demonios importa lo que creamos, lo que no creamos e incluso lo que creamos saber, si las cosas son; la realidad es?

Nuestra capacidad mental es poderosa pero la hemos sumido en el más profundo olvido y no queremos sino vivir de cara hacia afuera de nuestras inconmensurables posibilidades. 

¿Aferencia o eferencia?

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