domingo, 18 de marzo de 2012

LA CRÍA CON ALMA DE VIEJA

Mira tú por dónde, Mafalda regresa a nuestras vidas. Aunque lo cierto es que de la mía nunca se marchó; siempre he sentido debilidad por esta cría con alma de vieja. Esta vez la noticia nace de una bonita iniciativa que se ha creado para El País, a través de la cual unos cuantos y buenos ilustradores han decidido dibujar a su Mafalda particular.

Resulta curioso darse cuenta de por qué algo merece la pena a lo largo de la historia. Cada día se crean millones de cosas; trillones de ideas fantásticas pululan por nuestro universo, y sin embargo son pocas las que permanecen y trascienden. Esa cualidad de durabilidad y de eternidad que sólo poseen las historias imperecederas, aquéllas que siempre están de actualidad y siempre nos llegan al alma. Que sabemos encarecidamente que son de verdad. Y Mafalda es una de ellas. Siempre honesta, siempre recta, verdadera, dolida, descreída, consciente y pese a todo ello esperanzada con una Humanidad  bien poco merecedora de su inocencia e ilusión. Y por todo ello, seguimos creyendo en esta niña, porque no podemos evitar sentir -y saber- que siempre tiene razón.

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