jueves, 4 de junio de 2009

No voy a ir

El verano siempre trae sensaciones raras... pequeños despertares, grandes dudas... llega de forma furtiva y te susurra cosas que no quieres oír. El calor te hace languidecer, todo cobra sentido pero de forma vaga e inconexa, un tanto onírica; como un recuerdo mil veces repetido y saboreado... un déjà-vu. Y esa lluvia que no se decide, ese suelo empolvado y superficialmente humedecido; el olor a ciudad mojada sin previo aviso. Esos nervios que se aferran a toda tu musculatura pero no terminan de hacerse reales. No sé qué falla, pero sin duda el verano trae sensaciones raras.

Esta es la frase de la noche: no voy a ir. Aún no sé por qué.

1 comentario:

  1. a mí el calor me da otra vez ganas de vivir aunque uno después de un invierno dura de lluvia incesante le acostumbra a uno a quedarse quieto e inmovil... el primer paso para volver siempre es difícil... como desperezarse por las mañanas!

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